Leoness

Al mediodía

Y nos citamos, al mediodía,

saturados en contactos y mimos

precipitándonos ufanos, veloces

examen de amor, desconcierto

 

Al siguiente día, la cita

ya de costumbre, impaciente;

mas ella no apareció, algo abatió

mi metafísica ontológica

 

Inmóvil; dos horas más tarde,

junto al muro de la dársena,

un militar de marina dio mi nombre,

con sonrisa, sugirió el rumbo

 

Allá, al fondo nororiental; un barco,

una fragata más bien, bandera inglesa

enarbolada, al viento sur,

los motores rugían con fuerza

 

Solo uniformes, solo hombres avisté,

que faenaban a bordo con urgencia,

a estribor oficiales reunidos, pude

discernir a un oficial, rodete caoba

 

Un sobresalto híper sanguíneo.

Reconocí mi anhelado amor.

Traté de alcanzar, alce la mano, y ella

al gesto de un beso, ¡fue desapareciendo!