Quiero envejecer contigo me dijiste
y fue la mejor declaración de amor
que pudiste hacerme,
aquella tarde entre risas y lágrimas,
entre enojos y perdones,
mientras el sol se reflejaba en las montañas
y el viento peinaba suavemente
el verde del paisaje.
Mientras las palabras que abrían heridas
se iban con la brisa
y nuestras risas volvían a confirmar
que seguiríamos adelante
juntos, para siempre.
“Siempre juntos
hasta que la muerte nos separe”
El blanco¹ del agua entre las piedras
como sellando promesas
y al caer la tarde,
asomando ya las estrellas,
firmamos con besos y caricias
un pacto de amor sin palabras…
¹ Blanco no como color sino como el ruido del agua que golpea las piedras (ruido blanco)