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Y, si tú y yo...

Evadiendo a la nostalgia de este drama cotidiano,

intentando escabullirme de esta injusta pesadumbre,

escapando a la ansiedad de sentirme esclavizado por las penas,

convencido que es mejor guardar silencio…

y retirarme a refugiarme en el vacío…

donde habita el equilibrio en mansedumbre.

 

Rehusando a ser tormento en este evento rutinario,

aspirando a disiparme de esta escena mentirosa,

deseando una vez más abandonar esta ironía…

solapada y cautelosa con sabor a hipocresía.

 

Una danza de tristezas al compás de los violines,

el piano acompañando con un ritmo que tortura,

el teatro a media luz…abarrotado de invisibles habitantes,

y su rededor colmado de impertinentes…intrigantes…

pretendiendo ser testigos de esta fábula sarcástica.

 

Y tú ahí…exponiendo falsedades…con tu astucia de inocente,

disfrazando tus embustes con desvaídas serpentinas,

procurando convencer de tu falacia…

a mis ingenuos sentimientos…

tantas veces engañados …e ilusionados,

tantas veces persuadidos por tu nocivo simulacro,

una alegoría embustera…de tu amor farsante.

 

Como actores delirantes…como ilusos comediantes…

de este juego incoherente…

de este dilema incierto…

que se va desvaneciendo en alucinaciones perplejas.

 

Somos incertidumbre ingenua… de este suceso importuno…

que se agota en este intento… de indecisión frustrante.

 

Y, si tú y yo… huyéramos …de esta agonía perpetua,

a lo mejor…

retoñarían los sueños…

y nos crecerían las alas…

y surcaríamos cielos…entre nimbos de esperanzas,

a lo mejor…tú y yo…

en un lejano universo…

en una aldea distante…

tropezamos con el acaso…

y coincidimos en la confianza,

redimimos la sonrisa…

y la fe que nos hacía falta,

a lo mejor…y nos hacemos innatos…como inseparables…

en ese firmamento infinito…donde se escuche mi canto…

con su tonada de encanto.