VOLVER A VERTE.
Volver a verte, es regresar al mar, contemplarlo, navegar por el recuerdo del beso que nunca nos dimos y quedarse con la mañana que jamás juntó nuestras manos.
Amarte fue lo mismo: lo señalado, un cálido espejismo para dos enamorados.
Volver a ver la arena que nos impuso el silencio, es quedarse con la huella de lo que no alcanzó a ser nuestro, es hallar en la distancia la palabra justa y precisa, la que no formó esperanza cuando iniciábamos la vida.
Volver a verte, es regresar al mar, contemplarlo, azularme en tu mirada, cruzar el horizonte después de haber sabido que tu misma me recuerdas en algún rincón lejano.
Amarte fue lo mismo: lo señalado, un cálido espejismo para dos enamorados.