Alfonso J Paredes

Las botas están colgadas

 

«Para millones de personas

las drogas sirven hoy,

como las religiones y la alta cultura ayer,

para aplacar las dudas y perplejidades

sobre la condición humana, la vida,

la muerte, el más allá, el sentido

o sinsentido de la existencia».
(Mario Vargas Llosa).

 

Ideas para escribir un poema,
pero se me han olvidado.
Estoy observando en un mapa,
¿ dónde está Ipanema?,
los versos como escarcha se han roto.

Veo las cuatro sillas de mis esquinas,
están vacías de almas
y sin sus posaderas.

Busco encontrar hadas y duendes,
donde solo hay sangre y dolor,
a alguien en quien asomarte
al cobijo errático de su calor.

La televisión encendida, gatos que hablan
y llevan sombreros y espadas.
Sus padres son enemigos para batir,
sus hermanos no les comprenden
y su sangre esmerilada se enciende,
al arrebato de sus deseos
y a lo insensato de su decisión.

Salgo a la calle sin rumbo,
doblo las esquinas con prisas,
agacho mi rostro como un vagabundo
y se oyen a los niños y sus risas.

Encuentro a mi paso y con rostro hierático,
famélicos caminantes muertos
y yo sin encontrar mis versos
que andan perdidos por ahí.

Su miseria se vuelve incontrolable
y caminan sin rumbo ni fin,
cruzándose con esqueletos vivientes.

Colgados los zapatos
de la alta tensión,
van buscando acalorados,
erráticos y con vacilación,
un camino equivocado.

Malditos sean los zapatos colgados
que anuncian tu cruenta destrucción,
llevándose de paso
tu mirada, tu vida y la ilusión.
pidiendo limosna para sobrevivir.

He visto a los enfermos comprando su muerte,
una vieja, tras su reja y con un mandil,
miradas perdidas y desconfiadas,
buscando dónde morir.

Me vuelvo a mi casa con este propósito,
de plasmar en verso lo que percibí,
no tengo versos bonitos,
para poderlo describir.

Me vuelvo a las cuatro sillas,
colocadas en las cuatro esquinas de mi salón,
busco de nuevo Ipanema,
por si acaso me viene una oración.

Solo me alcanzan estos versos,
escritos con dolor,
por culpa de un polvo blanco,
que te mata poco a poco, sin compasión.

 

Poem & Rhápsody ©2023
La fina piel de la cáscara
Alfonso J Paredes