Atrapado dentro de mí,
Cual fibra inquebrantable que desliga sus insondables alas
Dormitando bajo la almohada de mis blancos sueños
Hilo, azul, que ata y desata a su acomodo
Hilo frágil de mi destino
Luz prístina en mi camino.
Heme aquí, caminando a esta hora de la noche, bajo el reflejo de la luna clara. Esa luna, cuya gemido traspasa el sempiterno, regala al orbe, un pedazo de cielo, una gota de su sangre azul, una pizca de amor divino. Con mis palabras regadas al viento, escritas en el espejo, con el fuego de mis sentimientos. Vamos las dos, entrelazando nuestros corazones, para qué, a la puesta del sol, golpee nuevamente en mi ventada, a la hora del cenit, cerquita del elixir prohibido de la luna roja.
Imagen: Créditos a su creador.
Luz Marina Méndez Carrillo/12/02/2023/ Derechos de autor reservados.
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