José Luis Galarza

Lo que somos

 

Fortaleza de signos, torbellino

de siglos de ceniza, soy simiente,

y la voz, recto cauce floreciente,

profunda en el lugar donde germino.

 

Irá tomando forma el peregrino

en jornadas de sol, intensamente,

quemándose la piel que lo cimiente

lejos de antiguas ruinas del camino.

 

Arde su fortaleza como Troya.

Y lo verás arder una y otra vez,

en el fuego hallará la claraboya

 

que lo acerque al candil de lucidez,

porque todo lo propio se rehoya

en la tierra nutricia de embriaguez.