La furia me invade cayendo en la cuenta,
no quiero dinero ni el último beso,
salud que no falte ni ahora ni nunca,
sin duda lo pido gritando a los cielos,
buscando respuesta, silencio me llega,
alegre estaría si sana el enfermo.
Salud es tesoro, pues nadie lo duda,
con lindos compases
marchamos muy frescos,
y el ojo le echamos a nuestro contorno
queriendo saber si existen tormentos
que causen tristeza
venida a deshora,
rogando al de arriba que olvide su juego.
Con dulce jugada poderle meter
un gol a la vida, chutando sin miedo,
que fácil sería, sentir la esperanza
con brisa tan suave
que traiga lo bueno.
¿El tiempo flaquea o somos nosotros?
Que gire la rueda y todos expuestos.