Se marcha el tren
y lleva los recuerdos
de otros veranos.
Con ellos van
fragmentos de la infancia
que hemos vivido.
Se van las tardes
con nubes, remendadas,
en cielos grises.
Se van paseos
por playas y silencios
que compartimos.
Se van miradas
buscando en lejanía
alguna vela.
Y las resacas
de pronto, enmudecieron,
sus bellos cantos.
Y en el invierno,
nosotros nos quedamos,
mirando vías.
Las estaciones
acogen pasajeros
de temporada.
Vendrá otro tren,
quizás, en otro instante,
para llevarnos.
Y volaremos,
detrás de los cometas
como en la playa.
Se marcha el tren
y vamos, sin saberlo
hacia otras tierras.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/23