Dondequiera yo te encuentro
siempre envuelto entre gran luz,
entre bambalinas tú
miras al hombre muy atento;
ves del corazón, lo bueno,
distingues rojo o el azul,
la enfermedad, la salud
lo hipócrita, lo sincero;
nadie engaña tu atención,
sabes valorar lo que es,
y al final darás valor
a todo lo que ayer fue
una ayuda que sirvió
o hipócrita proceder...