clonariel

ENCUENTRO

Por mi sendero oscuro

emerges como la luz del alba,

grácil y dichosa, serena

y entregada.

Cuando ya en mi andar caía

la noche amarga,

tu existencia llameó

entre toda mi alma.

 

En tu pecho tibio

reposaron mis penas,

y como un nido de sueños,

la esperanza muerta,

se acobijó en tu risa

que de lo hondo llega.

 

Mis palabras hacia ti caen

como mariposas oscuras;

en tu rostro habita el silencio

de la plenitud pura.

Tienes la paz sencilla

de una estrella muda,

que en el lejano abismo

con la eternidad lucha.  

 

Has dado tu corazón ardido

a mi fe errada,

que en los años y anhelos

quedó estancada,

aguardando ingenua

la ilusión del mañana.

Has enlazado tu candor

a mi razón amarga,

y sólo quedará tu beso eterno

para mi boca helada.