Bombacha campera y alpargatas,
sombrero de ala y pañuelo al cuello,
camisa desprendida mostrando el pecho
y dispuesto a montar a su caballo.
Altivo y bien tusado el tobianito criollo,
ensillado con apero, cabezada y riendas
bien cepillado el pelo y herraduras nuevas,
engalanado para un galope al viento.
El relincho apuraba al jinete que de un salto
cayó de horcajadas sobre el lomo manso
y resoplando el pingo comenzó su trote
hacia cualquier lugar que lo llevaran.
Y ambos van en realidad a lo inmenso
a la vastedad del tiempo de cerros y de campos
a encontrar silencios o acordes montaraces
entre piedras, molles, cocos y pinares.
De mi libro “De la espera a lo esperado”. 2011 ISBN 978-987-1415-41-0