Mi amor por ti fue así…
a veces simple,
tan básico… y a la vez complejo,
enredado en temores…liberado de miedos,
sumiso y temblando de dudas,
y otras, manifiesto y palpable…
insistente y evidente,
un amor trasmutado…de confuso a esencial,
con muestras de elemental,
sin conflictos… y con trances de quietud…envuelto en una paz celestial,
y otras vehemente…como un infierno brutal.
Un amor extremadamente natural,
tan original como premeditado,
con instantes sosegados…
y momentos inauditos,
de explosivas acciones…de instantáneas ocurrencias.
Un amor ingenuo y también calculado,
un amor celoso…y confiado,
y otras veces histérico…al extremo del trastorno…
rayando la locura de la incertidumbre,
tan apurado como paciente…
tan vertiginoso como cauto,
como ráfaga de repente…y prudente de pronto,
como indefinible…
y más veraz e innegable que cualquier otro amor existente.
Fue un amor que conjugaba la esencia de lo excelso…
con lo exquisito de lo dócil,
el perfume de lo perfecto,
el aroma de la indefinido…persuadido por lo incierto,
la expresión más franca del universo…
y por ello, la manifestación más precisa de lo bello.
Un amor delicado…dulcemente fino,
mansamente atento…lo más cercano a lo inmaculado,
de infinita transparencia…
de carácter implacable y personalidad inquieta,
más fiel que la bruna noche a la brillante luna,
más devoto que el sol al verano…
y el fiero mar al arrecife que besa con violencia.
Amor diáfano como el agua de los arroyos saturados de lluvia.
Amor con la frescura de la brisa marina que ondea tus cabellos.
Amor como el viento que baila con las hojas del otoño en remolinos.
Mi amor por ti fue así…
algo sublime…con alma de divino…
la emoción que nos desborda…
la pasión que nos seduce
la excitación que nos llena de delirios…
y nos esclavizaba las ganas…
nos hipnotizaba de deseo….
hasta la inconsecuencia de lo exhausto.
Mi amor por ti fue así…así de simple…irrepetible pero intenso.