David Arthur

Atrapado

 

Las calles se desbordan con vehículos

viajando hacia la irrelevancia,

jactándose con indiferencia

de mi ceguedad.

 

Semblantes sin expresión

miran fijamente a través

de mi cuerpo transparente,

celebrando, tal vez, que me perdí

en el laberinto de mi propio destino.

 

Peatones no me toman en cuenta,

programados  para no escuchar

mis gritos pidiendo ayuda,

cayendo como angustiosas lágrimas  

de mis ojos suplicantes.

 

Mi mente ha sido insensibilizada

por mi propia confusion,

incapacitándome  a tomar la decisión

precisa para mi liberación.

 

David Arthur ©®

La foto por cortesía de Jérome Coppo