Mujer, madre de la vida,
sagrada excelsitud,
que trasciende
su propia virtud,
que la hace reina
de la luz,
del hogar,
por obra y gracia
de Dios,
brillando al luchar,
cual luna, cual sol,
en cada vicisitud.
Su esplendor ilumina
cada lugar
dando savia
al lecho maternal.
Su don divino
costó tiempo alcanzar.
La historia refleja
vejámenes
e injusticias,
sin importar
que por Dios,
es fértil vientre
del emporio vital.
Su lid es victoria,
cuando se declara
el matrimonio,
derecho universal,
en la magna declaración,
que exalta el rol estelar
en el progreso social,
en sagrada igualdad