Peón del abismo
el don de la lejanía
hace noche,
en el escote del almendro,
bostezo de arena
que sepulta el aire
en las invisibles alas
del colibrí,
aplauso translúcido
de mariposa
a la caza de su alba siamesa,
sino asesino
del habla solar,
feroz primicia,
acostumbrada a hacer pie
en su decapitada luz
de escriba.