Doy gracias por mi vida,
cada vez que me levanto y miro al sol cada día
lleno mi corazón de felicidad al sentir paz y armonía
porque se que estoy hecho para brindar alegría.
Doy gracias por el aire que respiro,
el mismo que en los árboles obtengo a diario
apreciando la naturaleza que existe en mi alrededor,
pensando en lo deslumbrante que es y tan necesario.
Doy gracias por el agua,
ese elemento natural que complementa mi alma
y que en lo más profundo siento en mi ser
diversas razones que me hacen mantener en calma.
Doy gracias por los sentidos,
porque por ellos puedo percibir en el exterior
los colores maravillosos y el viento que me mima
cada vez que estoy en sintonía desde mi interior.
Doy gracias por la mujer,
ese ser único e incomparable que me dio la vida
de la cual uno como hombre debe respetar y valorar
para comprender los sentimientos guardados en su corazón cada día.