Pueda que pasen mil lunas, incontables momentos de tristeza y algunas que otras lágrimas, muchos instantes en desesperación, vos quebrada y una punzada directa al corazón, rasgando al alma, cual bala pérdida que se adentró sin razón alguna pero allí llegó, llegó para hacer un daño mortal, daño que hoy lastima, pero que en su momento será curada.
Pueda que sea tan sólo el inicio de un mal momento para hacerme aún más fuerte de lo que puede que ya lo sea, o quizás no, quizás tan sólo me falta aún más valentía, quizás falte adentrarme aún más al agujero oscuro, a ese donde no se ve la salida, a ese donde la humedad de mis ojos me ciegue la visión por completo, y no pueda sentir más que continuar, y salir de allí, con calma, hasta encontrar de nuevo, un punto de partida.
Simplemente es una herida de esas como las que la vida nos ocasiona, de esas balas perdidas que llegan disparadas por un destino con instinto asesino, y con el arma dispuesta hacer detonada.
Pueda que pasen muchas lunas, incontables días donde el sol quizás no aparezca, pueda que el cielo haga un pactó con la tierra, como también pueda que la misma se detenga, puede ser que el tiempo llegue indispuesto, o pueda que sea la misma vida que hoy tenga en sus manos el arma.
Henry Ruiz
15 DE FEBRERO 2023
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