Si aquí, en este mundo,
sólo hay tristeza, que la quiten,
que no quiero verla, de ningún
modo. La vida se paró a observarme
y yo la observé, también a ella;
son peligrosos los encuentros entre
dos testigos de lo mudo.
Así que si me ven por ahí,
perdido, confundido, o esperando
una buhardilla donde meterme,
no rechacen a un ser devastado por la mentira-.
©