Soledad…
escenario de esta tristeza suspendida…y de mi aliento cansado,
contexto de las añoranzas inmóviles…y de los recuerdos marchitados,
hogar de mi impotencia congelada…de mis suspiros atrancados,
lugar donde habita mi nostalgia, aún herida…donde colecciono mis sueños incumplidos.
Soledad de mi descanso obligado…donde pernoctan los delirios enredados,
donde mi ilusión anda decepcionada…
y mis anhelos duermen desmotivados.
Soledad de mis extravíos extrovertidos…
de mis pecados callados,
de mis pasiones enmudecidas…
de mis arrebatos disimulados….
y de mis excesos inconfesables,
refugio de mis gemidos imprudentes…que suplican por otro instante de lujuria.
Soledad de mis ímpetus desmedidos…frustrados,
que imploran por un segundo más vida.
¡Ay soledad inevitable!,
ineludible soledad sedativa…
donde tú y yo nos hacemos compañía…
en ese silencio embrujante que abraza…
y nos guarda los secretos…con su fidelidad de camarada.
Soledad imperativa…
que vienes a llenar todos mis vacíos,
que te apoderas de mi rutina …
y te haces parte de lo cotidiano,
te siento a mi contorno…como la más fiel de mis amigas…
como la inseparable expresión…que extrañamente me reanima.
Soledad que te manifiestas impulsiva y espontanea…
y que de pronto…desapareces y me abandonas.
¡Ay soledad lastimera y cautiva!…
imprescindible y fulminante…
radical y esquiva…
¡Ay soledad amiga!