Traficantes del sudor.
Suda que suda el hombre de la mina,
Y el del surco también y el albañil,
El que el arte cultiva y el cerril,
Para ganar el pan de su familia.
Y mientras sus esfuerzos encaminan
A lograr un futuro menos ruin,
Alguien que no valora su trajín
Su fortuna incrementa, mientras ruina
Es lo que ofrece a aquel que suda y suda,
Sin ver que nunca su salario suba,
Mientras baja su fuerzo y su vigor,
Así es la vida resignada y muda
De quienes venden por mesada absurda
Su fuerza a traficantes del sudor.
Fernando de J. Cardona Caro