El corazón henchido se desborda
en la melodiosa serenidad de esta tarde blanca
azulmente apacible, profunda y fugaz
cual agua silenciosa en un arroyo arcano
Tarde de quimeras y revelaciones
tu fresco soplo renueva mi alma apática
apaciblemente solitaria,
como anónima pasajera de mi cuerpo anciano
Pródiga de belleza y armonía
transmuta en ti las flores a hados luminosos
misteriosa, elocuente
mudas tus sonidos a sonetos y prosas
Un viento suave te traspasa sin decir nada
como transitoria pausa que enmudece las flores
llamándome sin pronunciar mi nombre
con sus pupilas grises de crepúsculo expectante
Tarde blanca de amor y espera
tiende tus suaves alas sobre mi piel longeva
lléname de caricias con tus ráfagas de azul y noche
para olvidar el tedio de mis caminos infinitos
y volar cual ave sobre tus tonos de libertad y entrega