La casa más hermosa no es siempre un hogar,
ni muchas pinceladas una obra de arte,
no se puede acaparar la paz en un lugar,
y yo no puedo vivir, si no pienso en amarte.
Muchas hojas marchitas no hacen el otoño,
y un manojo de letras no siempre es poesía,
el más frondoso árbol, comenzó de un retoño,
y como dicen tus letras, vos siempre serás mía.
No basta la razón para evitar extrañarte,
ni se puede restaurar, lo que nunca fue erigido;
mi amor no reconoce la palabra “olvidarte”,
y la acepción de ”rendirse”, ha caído en olvido.
Porque muchos colores, no hacen primavera,
ni mucho tiempo juntos, un amor verdadero,
porque por mas esfuerzo que impongamos al duelo,
y llenemos momentos, con falsos besos meros,
al final de la historia, no importa que hemos hecho,
la más hermosa flor, perece en un florero.