Un día desperté
y Vi que tu imagen se había ido
Solo entonces, en ese después
Comprendí de ti, de mí,
de nuestra existencia el sentido
Pude entender que tú compañía no era mi yo,
Que tus palabras no eran mi pensamiento
Veo que tu ausencia logró
regresarme a mis cimientos
Un día, el que menos pensaba
vi pasar a mi lado feliz la esperanza
Dejando de lado la fatiga y el deseo que cansa
Y recogiendo la luz que yo no alcanzaba
Entonces ese día abracé tu sombra como aquel que ama
La vida, la alegría, la brisa
Me ví contento entre dichas y risas
Y saludé con gusto tu fantasma