Mi bello Guayaquil.
Mira!….no más,
mi Guayaquil querido
como te han dejado.
Se han robado de ti,
la alegría.
Te veo sufrir y no lo creo.
Tu juventud,
ya no está,
tu juventud, parece
que se ha ido.
El Río que corría alegre,
tímidamente se escurre
y creo que le cuesta
llegar al mar.
Tus parques vacíos
así como tus plazas.
Ya no hay enamorados
que se aventuren a mentir,
al pie de tú bello malecón.
Ahora, belleza de ciudad,
los corsarios y bucaneros
no buscan a tu golfo llegar,
como maldición
los tienes muy dentro de ti.
Cursan tus barrios,
calles y avenidas.
A zarpazos limpio
destrozan lo más querido
que tenemos,
en quienes hemos
depositado nuestra reserva
moral…si, nuestros jóvenes.
Vuelve….vuelve,
ilusión bendita.
Vuelve pronto, que todavía
no es tarde,
hemos juntos de poner
a este mal….remedio.
Amigos míos.