Carlos Ojeda

Mi bello Guayaquil.

Mi bello Guayaquil.

 

Mira!….no más,

mi Guayaquil querido

como te han dejado.

Se han robado de ti,

la alegría.

Te veo sufrir y no lo creo.

Tu juventud,

ya no está,

tu juventud, parece

que se ha ido.

El Río que corría alegre,

tímidamente se escurre

y creo que le cuesta

llegar al mar.

Tus parques vacíos

así como tus plazas.

Ya no hay enamorados

que se aventuren a mentir,

al pie de tú bello malecón.

Ahora, belleza de ciudad,

los corsarios y bucaneros

no buscan a tu golfo llegar,

como maldición

los tienes muy dentro de ti.

Cursan tus barrios,

calles y avenidas.

A zarpazos limpio

destrozan lo más querido

que tenemos,

en quienes hemos

depositado nuestra reserva

moral…si, nuestros jóvenes.

Vuelve….vuelve,

ilusión bendita.

Vuelve pronto, que todavía

no es tarde,

hemos juntos de poner

a este mal….remedio.

             Amigos míos.