Si no tienes ni has tenido algún dolor…
¡Exclúyete!
No es a la roca a quien le hablo
ni a quien no necesita de consuelo.
Quienes somos más humanos, tal vez
esperamos la caricia de una voz,
que nada diga pero que abrace lo dolido.
No importa el origen de ese peso
que tocó o toca el alma entumecida,
siempre sentiremos que la pena es más dura
cuando yace en propia esencia.
Y creo lo que siempre yo he creído
que es necesario algún consuelo de voz
silente y amorosa que en abrazo nos arrulle.
Teclas de piano, reflexión de una cascada…
brillo quieto de luna y su añoranza.
Azulino resplandor de ignoto inicio
o la tibieza de ese sol de algún otoño.
Creo que en realidad mi sentimiento llega
a ese puro amor de lo engendrado, o ese beso de mujer…
¡Exclúyete, si del dolor no sabes!
De mi libro “De poemas que morían”. 2017 ISBN 978-987-4004-38-3