Escrito para el moribundo
Escrito para el moribundo, el que se cae al caminar.
Aquél que ve y quizás no sabe que vive entre maldiciones y sinergias
causantes de su mal.
Escrito para el moribundo, que quizás nunca quiso escribir esto. Pero no tiene nada más.
Hoy se da cuenta que ha perdido todo su tiempo, y que ha estado en la parte de atrás de la página
de un libro que nadie nunca quiso leer.
Perdido en nefastos circunloquios, que encuentran una razón para contradecir lo contradictorio y lo correcto también.
Busca un cigarro entre esta niebla, busca dos movimientos en un ajedrez que parece dejarlo escapar.
Pero se da cuenta de que todo eso no tiene final, piensa que aunque sea bueno en ciertas cosas, lo que ha
importado siempre ha sido la felicidad.
Fiódor Dostoyevski: Soy un tonto con corazón pero sin cerebro,
y tú eres un tonto con cerebro pero sin corazón;
y ambos estamos descontentos, y ambos sufrimos.