Rafael Parra Barrios

Dulce compañía

 

Madre,
en la noche 
y en el amanecer;
en la mañana 
y en el atardecer,
eres cantata
y florecer.
Eres la oración,
mi menester
mi corazón,              
que late por tu ser.
De noche 
y de día, 
madre mía, 
eres serenata,
dulce compañía
y armónica sonata.