Danny McGee

SOMOS UNO.

SOMOS UNO.

A veces creo que somos más parecidos de lo que ambos pensamos. Cada vez que nos miramos, el uno sabe del otro sin mediar una palabra.
Me encantas. Tú, que te adueñas siempre de mi silencio, eres capaz de percibir lo que siento y pienso. Y a mí me basta nada más que un ademán para saber si vas contenta o triste vas. 
Te sonrío y me sonríes. Te soy serio y me eres seria. El misterio nos define como musa y su poeta.
Quizás no nos amamos, pero nosotros somos dos perfectas piezas de un rompecabezas.
A veces pienso que es tanto lo que siento, que por eso te sonrojas, que ves en mi sonrisa la alegría esperanzada de algún día darte un beso, de sentir ese momento y hacerlo todo nuestro.
Y es así. Yo también siento que piensas que ese día va a llegar. Tú me vas a dar un beso y yo otros miles más. Y ambos, abrazados, nos sabremos contemplar...: como fuego en corazones, un romance pasional.

Y desnudos, -una noche-, nos haremos el amor. Está escrito, decretado: somos uno, ya no dos.