Déjame como loco por no aceptar lo que tú aceptas,
Por criticar en mis poemas lo que tú no criticas
Por no defender lo que defiendes con tanta vehemencia,
Por hacer de mis poemas, una voz que no calla, lo que tú toleras.
Déjame como loco por ver más el sello que la cara de esta horrenda moneda,
Por ser valiente y no cobarde al decir verdades inmensas.
Por ir en contra de la corriente, de manera franca y directa.
Por \"herir dulcemente\", y no suavizar una herida ya abierta.
Déjame como loco por no excusar lo inexcusable, ni defender lo indefendible;
Por decirle a lo blanco, blanco, y a lo negro, negro,
Y por no desviarme por la tangible.
Déjame como loco, y tenme por loco, pero no ocultas una verdad tan indesmentible.
No acallaras mi voz ni mi verso franco y audible.
Pues prefiero ser un loco valiente que un cuerdo cobarde e insensible.