Como el junco soporta la tempestad,
como hoja seca no se resiste al viento,
así nuestro amor como en un lindo cuento,
sobrevivió al tiempo y a la adversidad.
Se nutrió de tantos besos y caricias,
se vistió de esperanza y de libertad,
bebió del cáliz de la sinceridad,
y no procuró jamás las injusticias.
Como delicada planta se ha regado,
como un preciado obsequio que se atesora,
él creció en nosotros los dos a toda hora,
a este amor por nada lo hemos descuidado.
Hoy nos brinda su perfume y compañía,
cual frondoso árbol que nos presta su amparo,
se convirtió en milagro que sin reparo,
hoy nos regala momentos de alegría.
Él es verdadero amor y no se cansa,
pues siembra y cosecha tarde, noche y día,
no vive engañado en pura fantasía,
y con la triste mezquindad nunca transa.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay