Hubiera querido
cuando estabas pequeñuelo
ser la cometa que elevabas feliz.
O ser la mariposa que bajó del cielo
para pararme en tu nariz.
Hubiera querido
cuando estabas pequeñuelo
ser aquel quieto y manso arroyuelo,
donde bañabas tus piesitos
y en el agua reflejar tu rostro
cual si te vieras en un espejuelo...
Hubiera querido
cuando estabas pequeñuelo
ser la estrella que veías admirado
para que al verme en el cielo brillando
hubieras dicho suspirando:
–“Ah,qué hermosa se ve esa estrella\".
Hubiera querido
cuando estabas pequeñuelo
ser el árbol donde te subías
para cubrirte las manos de flores
cada vez que lo sacudías...
Hubiera querido
cuando estabas pequeñuelo
ser el cielo, para mandarte la lluvia
y empapar tu cabecita luego,
y hubieras dicho contento:
–“¡Qué bueno conmigo es el cielo!\".