El mañana no existe,
El ayer ya no es tuyo, tuyo es el recuerdo,
eres dueño de absolutamente nada ahí fuera,
lo único que te pertenece,
es este preciso momento
y se te escapa como agua entre las manos.
De lo único que se puede ser dueño,
¡Es de ti mismo¡
No vives en una casa, vives dentro de ti,
por tanto la única propiedad realmente valiosa,
¡Es tu ser!
Mendigo de ti mismo.