Acepto mi derrota, no por eso
voy a llorar. seguiré con mis pasos
lentos, callado y sin poderte amar.
Solo me iré con mis hermosos
recuerdos que un día te amé, ahora
no puedo hacerlo por mi vejez,
porque tú necesitas que te hagan
felíz en el placer del amor.
Hoy acepto mi derrota pero felíz,
que fuiste mía en el ayer.