Mauro Enrique Lopez Z.

Cinco de la mañana

Cinco de la mañana, ya estaba listo

 

para irme al trabajo, hasta me había

 

preparado un bocado; comenzó

 

una suave brisa, me asomé a la

 

ventana, exclamé:  ésto va hacer

 

para rato!! tomé mi teléfono pregunté.

 

me respondió, dijo: a buena hora

 

me llamaste! porque está cayendo

 

un fuerte aguacero y no se puede

 

salir, el mar está agitado. Entre

 

alegría y pena: bueno será otro día!

 

que bonito fue porque desde

 

hace tiempo no veía caer la lluvia;

 

hasta mi pequeño cultivo florecerá,

 

y el canto de los pájaros con sonido

 

de alegría, eso causa felicidad.

 

que bonito es la naturaleza, porque

 

es obra de Dios.