Nitsuga Amano

Fugacidad De La Vida

La vida es como el vaivén del mar, un continuo movimiento sin cesar. El amor llega como la lluvia en verano, efímero, pero intenso en cada mano.

 

 

La pasión arde como ráfaga de viento, borrando nombres sin ningún arrepentimiento. Y así, el tiempo se escapa como una ola, sin detenerse, sin importar la consola.

 

 

El rayo de luna brilla con esplendor, iluminando el camino, guiando al amor. Pero la fortuna a veces esquiva, y lo que se creía eterno, de repente termina.

 

 

En soledad, sin el calor de un abrazo, sin el desenfreno de unos labios, se siente un fracaso. La pasión que una vez derrochaste en el cuerpo, se convierte en un recuerdo, en un adiós, un retroceso.

 

 

La vida es un vaivén de emociones, con altos y bajos, sin pretensiones. Lo efímero es parte de nuestra existencia, como lo es la belleza, la luz y la trascendencia.

 

 

Así que celebra cada momento como si fuera el último, aprecia cada beso, cada abrazo, cada gusto. Porque como la lluvia en verano, el amor puede ser breve, pero si lo disfrutas, será intenso y nunca se aleja de ti leve.