M.A. Rodrick

Poemas de la tarde

I
Y si la vida ignota, revelará el misterio
del corazón, cuál noble centello pasajero,
la ingrata pluma, desvelará triste la noche
para decirte ser oro, no simple soroche.

II
Forajido el pensamiento, desmiente su sueño,
desmesurado se carcome, en el silencio,
varado en el mar por la hipérbole caucásica
desmesurado su afán, cuál relato de ensueño.

III
Melifluo resuena el flautín, ágil, sonoro
confeso, declama nefelibata el enigma
de la confraternidad, en el país del anhelo,
mi alma trémula, cuál durmiose oscura de duelo,
al palpitar cínico desvelado como sigma
amistad de ambrosía, escolanía e irania.

IV
Tesoro superfluo, llave inefable en el alma,
en la mente atesorada, celosamente ocultada,
emoción perenne, palpitada luz en niños,
al germinar y alcanzar el sueño sempiterno,
limerencia acendrada en el amor risueño.