Creo que entre tanto ruido, pude llegar a una conclusión. Me vas a doler toda la vida, pero también voy a amarte toda esta.
Uno lamentablemente no puede decirle al corazón lo que la razón si comprende, y juro por lo que más quiero que frente a toda idea de que ya no puedo tenerte en mi vida; mi corazón galopa cada vez que nuestras miradas vuelven a unirse y logran frenar el tiempo...
Ojalá este me premie, y el destino también; en volver a tenerte en mis brazos pronto, o en la siguiente vida quizás, eso no importa...
Podría esperarte tanto un minuto, como toda una eternidad, con el único fin de volver a unir nuestros latidos en una misma sintonía, y descansar en paz.