Patricia Aznar Laffont

Un Ocaso, una luna y esa tarde...

Atravesame Soledad Impura,

Maldita, envenenada...

 Mientras canta mi  Pluma en Sangre,

como Cuchillo esculpiendo escondidas Vivencias

que no sabes...

La que Pisa y ataca mi Alma en mil Versos

En Negrura de ébano Maltrechos...

Desde el mágico Conjuro del Sin Amor...

Desde el Ostracismo elegido...

Desde el Pavor de ser nuevamente Traicionada...

Desde la Vida vacía que ya es sólo mía...

Desde la Retórica adúltera

Y los Estandartes Malheridos de la Muerte,

Que trocan mis Escritos

En Legendarias y vanas Sombras...

La que viste de Luto mis Poesías...

Y de la tétrica Razón fraguada

en  el Devenir obtuso,

 de que todo fue en mis días

un Ocaso, una Luna y esa Tarde...

 

(Patricia)