Solía pensar, que eran malas mis tierras
para cultivar un amor;
Pero no logro entenderlo, siempre creí que eran fértiles, que había abonado con suficiente dedicación y cariño.
Pero para otros no era suficiente y sus semillas no prosperaron aquí jamás.
Y es que es muy díficil sembrar en tierras ajenas
Pues a veces las semillas se marchitan pronto,
Aún procurando regarlas con interés, con cariño, con ternura.
Será acaso que hay tierras tan inhóspitas donde nada propera?
Corazones tan fríos como las heladas de la sabana
Almas tan perdidas
Pensamientos tan distantes
Atribulados sentimientos?
No sirvió de nada el abrigar, cuidar y consentir
No sirvió procurar sus gustos
Entender su apatía por las pasas, el dulce, o su amor por el café.
No es suficiente soñar con un futuro
Cuando ese futuro no es con sueños de los dos.
Soñamos con otros universos, y vida en otras latitudes,
Y yo solo quisiera que el universo de alguien se cruzara con el mío y hubiese un choque tan íntimo y profundo que fuese imposible destruir.
Pero no es así, pues mientras los segundos se estrellan en mi piel
Mis esperanzas se marchitan ante el tic tac que no se detiene
Mis ilusiones se volvieron semillas que finalmente dejaron de germinar, y mis tierras se hicieron áridas y secas como tantas otras, como las ví en tí.
Son tiempos de sequía
Es la ausencia del amor
Tierras secas
Corazones baldíos.
Ni siquiera hay lágrimas para regar.