Al fin, ¿Qué he hecho yo
si no amarte?
te he mostrado las palabras
raras con las que entiendo
el mundo y los mundos
ocultos detrás de mi normalidad.
Amar es un símbolo salvaje,
una palabra sin domesticar,
y amar es explicarse,
es la ilusión de entenderse.
Y yo, que soy no más que yo,
busco lo mismo: una palabra
secreta, una llave oculta,
un par de palabras tan dulces
o agrias, que alcancen
a explicarse aunque sea
vagamente como amor.
¿Pero qué cosas son esas si no
invenciones de uno?
Ojalá explicarte lo que significa
dejarte comer de mi plato,
y lavar los trastos.
Ojalá explicarte lo que significa
para mí andar con las manos
juntas, y querer darte un beso
a cada rato.
Ojalá explicarte que soy muy
simple para tener secretos,
y que yo siempre te quiero,
aunque no sepa qué signifique
siempre, y aunque no me lo pidas.
Ojalá encontrar aquella fotografía
tuya que no existe
y decirte cómo anhelo ahora
cruzar la frontera a tus labios.
Ojalá trazarte un mapa más allá
de mis lugares comunes,
pero es ahí donde te quiero encontrar.
Ojalá poder explicarte porque tú,
y tú, y tú, porque nadie más,
porque aunque, y porque nunca.