01
Eres lo que llevas dentro
¡Solo eso te revela y te desnuda!
No te cambia un áureo traje, tres mil libros
o la suntuosa fe
en algún omnipotente dios.
02
Deberías saber que triste
no es aquel que llora una tristeza,
triste es aquel
que se revuelca en su mísera alegría.
03
De qué sirve tu magnifica palabra
si no puedes sobrevivir a su valor;
De que vale cavilar tanto en las alturas,
si no eres capaz de digerir
tu propio silencio
en tu rincón de penas.
04
¡Oh si…tu lecho de plumas!
¡Ah…tu almohada de seda!
¡Oh tu mesa…tu alfombra…!
Pero allí nunca reposa el aire
ni refresca una cristalina lágrima.
Si acaso solo se afanan sañudas almas
y se escurren salobres ríos
hacia sus inodoras penas…
05
¡A imagen y semejanza de…!
Pervertido.
¡Nos hizo perfectos…!
Idiota.
¡El libre albedrio, puedes elegir…!
Imbécil.
¡Querer es poder…!
Tunante.