El silencio y tu…
ese vacío donde solo cabe tu ausencia,
donde se diluyen tus recuerdos…y se desvanece el tiempo,
ahí se escurren ligeros los momentos…
y se dilapidan los instantes.
En ese universo callado de penas …
una galaxia de hastíos…
donde reposan los vestigios de tu presencia.
.
Ahí, donde late todavía… el más inesperado de mis sentimientos,
que elocuente se manifiesta…y expresa delirante…su incontenible melancolía.
Tú, yo y esa soledad inerme...
como aparentes comediantes de un desierto de emociones.
Un desconcierto de lamentos…enredados…
difusos…pero hirientes,
sostenidos del desconsuelo… como acróbatas de viento,
malabaristas de esta existencia cotidiana,
que se juegan la incertidumbre en cada evento,
con su reiterado argumento de tozudos…
en un ejido minado de vacilaciones.
Tú, con tu atuendo de nostalgia…
y yo meditabundo…
encaramado en fugaces nubes …abstrayendo los pensamientos,
especulando más allá del razonamiento…
improvisando algún gesto fingido…
que disimule la tristeza que siento,
aparentando cordura…
y simulando que aún sigo vigente,
pero con la realidad en el fondo de la amargura…
donde me consume la indolencia, y abunda la desidia,
allí, sumido en unas ganas de rendirme…y desatar de una vez…
este deseo de paralizarlo todo…este impulso por acabar esta agonía.
Así me siento a veces… inevitablemente,
susceptible y divergente…
cuando azota tu silencio…
y la soledad me colma…
con su coro de tristezas…y su melodía de impotencia.