“Conozco una pasión que nadie mira,
que nadie escucha y sin cesar suspira,...\"
–Enrique Banchs.
Sé de un inconfesable amor
del beso guardado el deseo ardiente,
de los labios que recorren dulcemente
la piel bañada de rosas y licor.
Sé de un amor sublime y pecador
que de noche se presenta y a la luz es ausente,
pero que ama,ama apasionadamente
entre mordiscos de placer y de dolor.
¡Oh, exquisita blasfemia, delicia profana!
tentación sagrada,el dulzor
de las mieles ilícitas,el amor
que brota de los labios color grana.
El dormitorio huele a lirio y a vainilla,
leones y leopardos,sueño y lucero,
tu fuego devorando mi corazón entero
y tu mano seductora acariciando mi rodilla.
Que sólo Hímero sea el testigo alado,
de este cálido encuentro, este momento
arranca de mi lira el rojo sentimiento
y con caricias ciñeme a tu lado...
Y por tí y el destino, este amor
no tiene un nombre ni apellido
en el mundo es un ángel caído
y en tus labios es un santo pecador.