Kapirutxo

Charcocorrido

 

Estaban cruzando el charco,

a punto de terminar,

con dos gringos en el barco

que eran poco de fiar.

Los gringos eran chivatos

de la banda “Baidentramp”,

sabían que en cualquier rato

los iban a delatar.

Llegaron tres patrulleras,

no les dejaron pasar,

sacaron sus metralletas

y eran muchas, muchas más.

Transportaban “droga buena”,

era su último trabajo,

y también en la bodega

llevaban a sus chamacos.

Fueron a comisaría

y allí se gestó el final:

Los chamacos deportados

y sus padres al penal.

La droga se la quedaron

los que visten de legal.

Esta historia, mis compadres,

es una historia normal

de gente de buena madre

que el hambre le trata mal.