Exponer mis ideas me fascina
y me encanta escribirlas en soneto;
a sus reglas y antojos me someto
porque tiene estructura que ilumina.
A su dulce cadencia tan divina
le dedico mi tiempo por completo;
y a mi numen su encanto está sujeto
derramando su esencia cristalina.
Garcilaso y Boscán nos permitieron
disfrutar de la magna poesía;
pues con plumas maestras esculpieron
una fuente de regia sinfonía;
y la lira italiana convirtieron
en gloriosa y sublime melodía.
Autor: Aníbal Rodríguez.