Te me haces nostálgica
de aquella infancia
dónde yo iba feliz sobre los jardines
tocando los pétalos de aquellas amapolas. Yo ya vivía contentó,
yo ya vivía amándote sin conocerte,
sin tocarte y sin mirarte.
Supe que eras tú quien me hacía
reir en la soledad,
eras tú quien me salvaba de aquel
tormento dónde yo lloraba
por las heridas de aquellos niños
crueles.
Las lanzas parecen frágiles en mi cuerpo, nada puede herirme ahora, justo ahora, desde que te amo nada me lastima, yo vivo feliz en el jardín nostálgico de tu alma.