Tu presencia me hechiza cautivando mi ser,
eres tierna caricia convertida en mujer.
Cuando escucho tu voz aparecen las glorias
que entusiasman mi mente como tiernas euforias,
son momentos perfectos de pasiones notorias.
Es tu voz melodiosa la causante de historias
que apaciguan mi angustia, desatino y dolor,
hoy retomo feliz mi promesa de amor.
Nuestras vidas florecen, llevan sello de ayer
impregnado en las almas, señalando victorias
que dejaron lecciones de infinito valor.