No estaba listo para dejarme
llevar por el río,
Me dije que no estaba listo para
dejarme llevar por el río.
Navegué ese pensamiento infinito,
esperé y esperé,
me aferré a la espera hasta
sentirme perdido.
No estaba listo para dejar de esperar,
y no hubiera importado
si el río fuese arrasando o tranquilo,
no hubiera sabido.
No tenía manera de saber
que si me soltaba llegaría contigo,
y que ninguna cresta es tan segura,
ni cada valle es un abismo.
¡Ah! pero siempre me creo lo que digo,
aunque todo se lo lleva el río,
¡Ay!, y que terrible que nada dura,
porque todo se lo lleva consigo.
¡Y que bueno que al fin consigo alivio!
Aunque el final sea solo el inicio.