Tarr de Issis

No quiero extrañarte a tí (Tus rosas azules)

Y estamos frente a frente de nuevo

No creí verte aquí

No después de discutir.

 

Mis pupilas se dilatan

Mis orejas dejaron de estar tensas

Mi cuerpo comienza a latir fuerte

Mis recuerdos se mezclan al pensar que decir.

 

Te escribí una carta, aunque sabes que odio hacerlo, por sentir mis manos temblar al ver borrosa cada letra que me hace temer que lo esté haciendo mal.

 

Pero incluso lo que más odio

Por más esfuerzo y frustrante que sea

Lo extrañaré, hay mucho que voy a extrañar.

 

Desde ver lo colores del cielo cambiar a... a mirar tu lindo rostro...

Hay mucho que voy a extrañar, la preciosa silueta de las flores y... lo sabes, los alocados bailes que haces por molestar.

 

Hay mucho que siempre ví borroso, pero con atención siempre pude observar

Ahora eso no será más que completa y absoluta oscuridad.

 

Tengo miedo, pero jamás fué realmente a quedar completamente ciego 

Desde que te conocí cada mañana y tarde que viví dejó de serlo en soledad

 Hay mucho que voy a extrañar y entre todo no quiero extrañarte a tí.

 

Tu voz y risa perduran pero, los pasos inquietos en zigzag que das, los movimientos de un lado a otro de tus brazos cuando te aburre esperar... lo divertido que es verte girar de un lado a otro siguiendo el aroma de alguna flor o comida que te llame la atención.

 

Eso, eso voy a extrañar, ver la silueta que con cariño a cada sonido hace entretenido

Quién espanta a las aves con burlones aullidos mientras salta dando giros esperando hacerme reír.

 

Manchas, eso fueron las personas que conocí pero tú cambiaste eso

Sonidos, antes era el sonido del viento la única música para mí, pero tus cantos hicieron que mis oídos disfrutarán algo más que solo el silencio.

 

Conocer todo de tí fué como soñar con colores que jamás ví.

 

Tu vida fué difícil, siempre ignorada por creerte la más débil, siempre despreciada por fingir no ser tú

Luchando siempre por sobresalir hasta ese día en que por hacerlo fuiste odiada y repudiada por tu mundo entero.

 

Ni familia ni amigos, siempre te quisieron usar y siempre te oponías con una feroz personalidad.

 

En cambió yo... reiría de vergüenza, por tantos que sintieron pena por mí, quienes se enamoraron de la futura tragedia que había en mí.

Mi familia fué amorosa, más bien mis padres, a pesar de ser adictos al azar, a la fortuna, con su cariño y sus ambiciones siempre quisieron lo mejor para mí.

 

Abuelos y otros familiares, para ellos siempre fuí el conejo defectuoso, de padres demasiado afectuosos, siempre fuí para ellos el niño más temeroso.

 

No te conté mucho de mí porqué al igual que con muchos creí que solo daría pena, lo que más aborrezco por ser lo único que el mundo sintió por mí.

 

Sentir paz es lo único que elegí pero aprendí que contigo no hace falta paz ni silencio para ser feliz.